Cerro Matoso va por energía más verde

El gigante del ferroníquel resalta sus principales aportes para la transición energética y minería más sostenible de cara a 2023.

En la actualidad, el papel de la minería ha tomado un rol más importante porque es uno de los eslabones clave para alcanzar la transición energética. En Colombia, las empresas del sector minero han adelantado procesos, de la mano de procesos tecnológicos e innovadores, para producir diferentes metales y minerales de manera cada vez más sostenible que responda a la demanda.

Entre esas compañías mineras está Cerro Matoso – South32, una de las compañías con mayor trayectoria en el sector minero-industrial de Colombia, conformada por cerca de 2.000 trabajadores de los cuales el 51 % corresponde al departamento de Córdoba, al norte del país, en donde opera la empresa. Desde 1982, Cerro Matoso produce níquel contenido en ferroníquel (el cuarto producto de exportación tradicional de Colombia), un elemento clave para dar al acero la propiedad anticorrosiva que lo hace inoxidable.

“Nuestro producto es una aleación de hierro y níquel, utilizado principalmente en la industria del acero inoxidable que encontramos en múltiples productos, tanto de uso industrial, médico como cotidiano. También, es insumo fundamental de la infraestructura que soporta la transición energética, como las granjas de paneles solares o las turbinas eólicas”, explicó la compañía que lidera Ricardo Gaviria.


De ahí su papel destacado y relevante a la hora de pensar en la transición energética, no solo de manera local (Colombia), sino global. El reto de esta compañía minera está precisamente en esto: alcanzar un rol más amplio en la ardua labor de la diversificación energética.

Es decir, en aportar los insumos y elementos necesarios, desde su campo de acción, para la generación de energía más limpia y acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Qué viene para 2023?

“Hacia adelante hemos definido nuestra visión: transformarnos como organización para contribuir aún más a la transición energética”, señaló la compañía. Incluso, ya están realizando estudios de ingeniería con el fin evaluar tecnologías que les permitan lograr tal fin. Así, Cerro Matoso podrá tener un producto destacado que pueda ser empleado en la fabricación de: baterías de carros eléctricos, baterías de alta escala en parques eólicos y contribuir a iniciativas mundiales de cambio climático

Joyce Nessin, Gerente de Asuntos Corporativos de Cerro Matoso

Durante un panel del reciente Congreso Nacional de Minería, las ministras de Minas, Irene Vélez, y de Ambiente, Susana Muhamad, propusieron extender procesos similares de consulta previa a campesinos vecinos a los proyectos mineros, actualmente no incluidos.
En Cerro Matoso desde hace casi una década reconocemos que solo a través del diálogo social, participativo y multicultural se genera confianza, manteniendo la licencia social para operar.

El proceso para obtener una nueva licencia ambiental usualmente incluye realizar consultas previas con comunidades étnicas y actividades de información, comunicación y participación con Juntas de Acción Comunal (JAC) para socializar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y revisar medidas de manejo. Si bien con las primeras se generan amplios acuerdos, con las comunidades campesinas no se exige establecer acuerdos de inversión de ningún tipo.

Conscientes del valor de la participación, diálogo y equidad con las JAC, en Cerro Matoso quisimos ir más allá. Hace tres años establecimos con 12 JAC acuerdos históricos de inversión social voluntarios, con programas y procesos similares a los acordados con población étnica.
Para lograrlo, en alianza con la Universidad de Córdoba facilitamos el entendimiento y participación informada por parte de las JAC alrededor de lo que significaba el EIA y las medidas de manejo, promoviendo la identificación de necesidades comunitarias.

Fue así como establecimos con ellas acuerdos de inversión social voluntarios acordes con sus necesidades y prioridades en programas de vivienda, acceso a educación y tierra, proyectos productivos y fortalecimiento organizativo. Las JAC definen y planean la destinación de recursos anualmente con la empresa, ejecución que revisamos juntos trimestralmente.

En Cerro Matoso somos testigos de los beneficios de la participación y el involucramiento de las comunidades vecinas a la operación, que han logrado a partir de una decisión de la empresa y una priorización de sus necesidades aportar a mejorar su calidad de vida. Solo como ejemplo, en los últimos siete años nuestra inversión social ha aportado a disminuir casi 11 puntos el IPM en las comunidades vecinas. Desde aquí aplaudimos y valoramos esta cooperación total que transforma territorios y aporta a la construcción de paz.