Invertir en inteligencia para que la economía no sea artificial

juanqr@elcolombiano.com.co

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Con base en datos, la inteligencia artificial ayuda a predecir, a optimizar costos y detectar oportunidades de negocio. En Colombia, la penetración es apenas de 23%.

De inteligencia artificial — abreviada como IA— se habla desde hace casi tres décadas en el mundo. Y Hollywood fue el canal para las primeras aproximaciones entre el público y esta tecnología. Steven Spielberg nos mostró en Artificial Intelligence (2001) como una máquina podía aprender constantemente e interactuar con los humanos.

En medio de eso que se ha denominado la cuarta revolución industrial, los expertos no hacen más que señalar que cada vez nos aproximamos más a la sociedad de los sistemas autómatas inteligentes y las empresas tendrán que moverse con esa ola o será más difícil competir.

Según IBM, unos sondeos realizados en 2022 evidenciaron que, el 88% de los líderes empresariales consultados en Latinoamérica, reconocieron la importancia de implementar la IA, pero apenas hay una adopción del 29% en la región.

Colombia está aún más rezagada con una penetración del 23%. La razón no está completamente clara, pero el elevado costo y la escasez de talento humano podrían explicarlo todo.

¿En realidad es costosa? Algunos de los empresarios que la han usado reconocen que su valor es considerable, pero también confían en que derivará en una simplificación de sus procesos y en una mayor capacidad de analizar, predecir y decidir.

Oracle es uno de los grandes proveedores de este servicio, siendo una multinacional equiparable con otros gigantes como Microsoft y Google. Su jefe de tecnología para Colombia y Ecuador, David Uribe, indicó que ya no es tan costosa como en años anteriores y viene incorporada dentro de otras aplicaciones que compran las empresas.

IA aplicada en la realidad

La IA fue desarrollada para imitar las capacidades neuronales del cerebro y los usos básicos se encaminaron en la predicción y en la detección. Al estar basada en el aprendizaje de la máquina (machine learning), a medida que se le agregan datos, ella amplía sus capacidades.

En el sector privado, según Uribe, “esto empieza a tener aplicación para predecir las ventas o la demanda de un producto. Si yo le digo a la IA que los últimos eneros he vendido una cantidad determinada y he crecido un porcentaje específico, ella puede predecir que las ventas futuras irán en ese mismo sentido”.

“Esto — añadió— se hace desde bastante tiempo atrás, pero el costo que tenía hace 30 años es el gran diferencial. Antes yo tenía que hacer un gran desarrollo y dedicar un equipo para ello, hoy está embebida”.

Señaló que no hay un costo adicional en la IA cuando ya viene con los demás productos. Por ejemplo, citó el caso con el desarrollo que apoya la parte contable de la empresa: una compañía debe pagar a sus proveedores y varios de ellos dan descuento por pronto pago. “El orden para pagarles y obtener ese beneficio es una cosa que puede predecir la IA del programa contable”, dijo. Y así mismo, la aplicación se extiende a otras áreas del encadenamiento.

El ejecutivo de Oracle expuso que, por ejemplo, también viene adherida a los softwares de planeación y puede organizar las tareas más urgentes; en el área logística, puede organizar las rutas de una manera más eficiente; y en finanzas, tiene la capacidad de cruzar y conciliar la información de las facturas.

Todo lo anterior, solo es una pequeña porción de lo que hoy día se puede hacer con la inteligencia artificial. Inclusive, es piedra angular para las llamadas ciudades inteligentes, pues la máquina sabe en qué momentos de la noche debe estar encendido el alumbrado público y cuando puede apagarse para optimizar los consumos.

El ejecutivo de Oracle explicó que actualmente casi todas las aplicaciones que usan empresas y personas tienen IA y se alimentan con los datos que el usuario les va entregando. Uno de los sectores que puede evolucionar sustancialmente con apoyo de esta herramienta es el de la salud.

Predecir y salvar

Dicen que fortalecer la atención primaria sería el método para prevenir enfermedades y disminuir la presión financiera al sistema. Cuando la vida está de por medio, mezclar el dinero en la conversación suena inapropiado. Sin embargo, los recursos del sistema son limitados y de su buen manejo depende la sostenibilidad y el acceso para todos.

Mutualser es una EPS que opera en el Caribe colombiano y ya tiene todo listo para implementar la IA en sus procesos. Holman Cárdenas, su jefe de tecnología informática, mencionó que, con esta herramienta, se pueden canalizar los datos de un paciente y no se van a perder cada vez que haya un cambio de médico o entidad.

Este ingeniero tiene clara la solución que tendrán: prevención y prescripción. Básicamente, tal como lo detalló, con los datos del paciente la IA podría predecir, por ejemplo, que en cinco años puede padecer diabetes. Y luego, puede estructurarse un plan para que no llegue a ese punto.

De esa manera, se gestiona el riesgo para la vida y las finanzas. En ese sentido, a juicio de Cárdenas, “no tenemos que esperar a que las personas se enfermen para llegar a ellas. Esto está basado en saber todo lo que al afiliado lo rodea y qué tipo de enfermedades podría sufrir. Al final de cuentas, lo mejor en salud es la prevención, porque una población enferma cuesta dinero y a nadie le gusta enfermarse”