En el campo de la salud, los desarrollos de la IA son ejemplo del impacto de la innovación y las tecnologías exponenciales y que, como muestra la multinacional Roche, se da por medio de soluciones digitales para lograr una medicina personalizada.
En ese contexto, la inteligencia artificial (IA) es una herramienta poderosa capaz de afrontar los desafíos en los sistemas de salud, debido a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones ocultos en ellos.
Un ejemplo en Roche es la IA aplicada al laboratorio clínico, concretamente, al análisis de muestras in vitro de sangre para identificar señales indicativas de enfermedades. Con los algoritmos de IA es posible procesar grandes conjuntos de estos datos diagnósticos de los pacientes que, sumados a los demográficos, permiten reconocer patrones que los médicos podrían pasar por alto. En un futuro cercano esto ayudará a la detección temprana y precisa de enfermedades cardíacas, cáncer, trastornos metabólicos o Alzheimer, entre otros.
Otro ejemplo es la anatomía patológica, que en Roche permite detectar y clasificar enfermedades a través del análisis de imágenes de muestras histopatológicas. Con los algoritmos de análisis, es posible identificar características específicas en tejidos y células que apoyen las decisiones de diagnóstico y tratamiento en diferentes tipos de cáncer. Esto permitirá un mayor acceso a los pacientes a servicios de salud de calidad y estandarizados.
Estos avances se realizan en conjunto con diversas instituciones y prestadores de servicios de salud para impactar en el resultado que más importa: la vida y salud de los pacientes.
A pesar de estos logros, la compañía comprende que en innovación todo está por construirse. Pero para lograr más desarrollos en IA aplicada a la salud es importante tener una regulación que sirva de motor y no de obstáculo. Esto se puede lograr a través de los sandbox regulatorios, espacios para probar de manera temporal y controlada una idea novedosa que, de resultar exitosa, permita cambiar las regulaciones existentes por unas más adecuadas a la nueva realidad, explica Fidel Sánchez, líder de negocios de consultoría y soluciones de información de diagnóstico de la empresa.
Si bien hoy Roche está a la vanguardia con la implementación de IA en el área de diagnóstico, el sandbox regulatorio es clave para permitir alcanzar otros desarrollos en este campo y que ayudará a soluciones que los pacientes necesitarán mañana.

“Uno de los retos que enfrentan los sistemas de salud es la integración de tecnologías disruptivas. Estas ya han impactado a diversas industrias, pero ahora están tomando cada vez más espacio en el cuidado de la salud. Una de las que más se perfila en transformar el sector es la Inteligencia Artificial (IA), que se caracteriza por el análisis de grandes cantidades de diversos tipos de datos, para detectar patrones en ellos que permitan tomar decisiones de una forma más ágil y precisa.
Algunas de las aplicaciones de IA en salud podrían darse en la accesibilidad e interoperabilidad de la información. Lo anterior no solo mejora la experiencia y la satisfacción del paciente, sino que sirve para apoyar a los médicos en la toma de decisiones y a hacer una mejor gestión de las rutas de atención.
Además, podemos aprovechar esta tecnología en la validación clínica de datos de salud para tener diagnósticos y tratamientos tempranos y precisos, y una mejor evaluación de resultados en los pacientes.
La IA también podría potenciar el conocimiento de expertos para una atención estandarizada y con mayor acceso para los pacientes.
La implementación de tecnología no debe ser un cuello de botella. En este momento afrontar el cambio es el mayor desafío del sector, que puede superarse con una mentalidad abierta al cambio. Otras claves son elegir sabiamente por dónde comenzar, co-crear con un aliado de confianza y mantener al paciente o usuario final en el centro del proceso de diseño.
Vivimos un momento emocionante para la atención médica y la salud digital. Hay desafíos, pero se pueden superar. La tecnología existe para respaldar nuestras soluciones. Solo falta la determinación de los líderes para dar los primeros pasos hacia el cambio.