Una de cada dos empresas en el mundo ya adoptó la inteligencia artificial

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Hoy se está usando para optimizar el servicio al cliente y generar nuevos productos, pero aún faltan por aprovechar funciones como el análisis de riesgos o los servicios predictivos.

¿Puede pensar una máquina? Fue la revolucionaria pregunta que en 1950 se planteó el matemático británico Alan Turing, considerado el padre de la ciencia de la computación e incluso de la inteligencia artificial. Sin saberlo, su cuestionamiento no solo sería el punto de partida para el desarrollo tecnológico de los años siguientes, sino también una ruta que marcaría la diferencia entre las empresas más avanzadas y las que se van quedando rezagadas.

Es que no es solo ChatGPT, la inteligencia artificial es una realidad y cada vez se hace más fuerte. La consultora Grand View Research dice que esta tecnología movió US$136.550 millones a nivel mundial el año pasado en sectores como atención sanitaria, comercio minorista o finanzas y se espera que de aquí al 2030 su tasa de crecimiento sea del 37%.

Desde el chatbot que atiende a la hora de hacer una compra en la página de una empresa hasta servicios de reconocimiento de voz como Alexa, de Amazon, o Siri, de Apple, son los ejemplos de sus alcances, que hoy se quedan cortos en relación con su potencial.

Por ejemplo, hace un par de años McKinsey empezó a sondear qué tanto han estado adaptando las compañías del mundo esta tecnología; encontró que en 2017 apenas era una de cada cinco (20%), mientras que el año pasado ya era una de cada dos (50%), aunque este último dato ha sido más alto en 2019 y 2021, por ejemplo.

Hoy, un 24% de los empresarios dice que la está adoptando para optimizar las operaciones de servicio; el 20% para la creación de nuevos productos basados en inteligencia artificial; y 19% para el análisis de servicio al cliente, entre otros; mientras que las funciones más rezagadas son el análisis de riesgos y los servicios predictivos.

En todo caso, apunta McKinsey, no solo está creciendo el uso de la IA, también la plata que los ejecutivos están poniendo para tenerla en su empresa. El porcentaje de quienes dicen que invierten al menos el 5% de su presupuesto en esta innovación pasó del 40% al 52% en los últimos cinco años, y se espera que en el 2026 ya lo esté haciendo el 63%.

Lo cierto es que todos los caminos conducen a un futuro en el que las personas y las inteligencias artificiales trabajen de la mano y las grandes mentes ya hacen sus apuestas: desde el fin de los buscadores que hoy conocemos, la supervivencia de las marcas y hasta el riesgo que enfrentará la raza humana han sido temas de debate que Bill Gates o Elon Musk han puesto sobre la mesa.