El 2023 ha sido un año retador para Colombia y no ha sido diferente para el sector productivo, ya que factores como la inflación y las altas tasas de interés han marcado la agenda económica. Esto se ha reflejado en un deterioro de indicadores como los de producción y ventas de las empresas, que se han contraído frente al 2022; pero los inventarios han aumentado y la percepción sobre el clima de los negocios no ha mostrado ser más optimista.. Es evidente que el 2024 también será un año de grandes desafíos, en el que se espera que el PIB crezca alrededor del 1,9%, tras un incremento del 1,2% al cierre del 2023 o de incluso menos. Estas cifras, a todas luces resultan insuficientes para alcanzar las metas sociales que tiene el país, razón por la que hemos venido insistiendo en que se requiere impulsar una estrategia de crecimiento económico ambiciosa y concreta, de corto y largo plazo, que promueva la inversión y así, a su vez, la creación de puestos de trabajo formal.
“hemos venido insistiendo en que se requiere impulsar una estrategia de crecimiento económico ambiciosa y concreta, de corto y largo plazo, que promueva la inversión y así, a su vez, la creación de puestos de trabajo formal.”.